Cambios suaves y amorosos

La fibromialgia fue la causante de que mi vida tome otro rumbo, un poco incierto sin duda.
El dolor comenzó a manifestarse y me conectó con lo más triste de Mí misma, entré en un laberinto sin salida.
Nada lograba aliviarme, tenía intolerancia a muchos de los psicofármacos, sus efectos colaterales eran peor que la enfermedad, más de una vez pensé en morirme a tener que seguir viviendo así.
Comencé a replantearme: qué tengo o qué necesito y aparecieron en primera fila las carencias afectivas del pasado que se juntaron con los miedos y el desconcierto generado por una enfermedad crónica que te vuelve hipersensible
Jamás había expresado la necesidad de AMOR o TERNURA por que eran tesoros que estaban ocultos dentro de mí y las demás personas se nutrían de ellos, ahora comenzaba a sentir sus demandas como exigencias.
Luego de un largo recorrido pude ver la luz al final del túnel.
Así como una madre que alimenta a su niño para que crezca sano y FELIZ, inicié una dieta naturista... me llevó tiempo y paciencia.
De la misma forma que una madre amorosa mira gozosa a su hijo... lo hice conmigo misma, estaba más atenta a los pensamientos y emociones que jugaban internamente dejando de lado las autocríticas perfeccionistas y las culpas.
Elevando la autoestima con palabras dulces y tiernas.


HABÍA MOVIDO LA PRIMERA PIEZA EN ESTE JUEGO DE LA VIDA, LA DE LOS SENTIMIENTOS.

EL CAMBIO

TODA ACTITUD NEGATIVA CAMBIA CUANDO UNA PERSONA VE LA POSIBILIDAD DE OTRA VIDA MEJOR.

SI UNO CAMBIA, LOS DEMÁS CAMBIAN.

SI CAMBIAN LOS DEMÁS, CAMBIA EL CORAZÓN DE UNO.

SI CAMBIA EL CORAZÓN, CAMBIAN LAS PALABRAS.

SI CAMBIAN LAS PALABRAS, LA POSTURA CAMBIA.

SI CAMBIA LA POSTURA, LA COSTUMBRE CAMBIA.

SI CAMBIA LA COSTUMBRE, CAMBIA NUESTRO AMBIENTE.

SI CAMBIA NUESTRO AMBIENTE, NUESTRA VIDA COTIDIANA CAMBIA.